Se inicia una alianza de co-diseño de dos años entre el Instituto Mutante y la Fundación Carasso

El Instituto Mutante de Narrativas Ambientales de Matadero Madrid, seleccionado en la convocatoria 2019 de la Fundación Daniel y Nina Carasso

Las plantas también miran a las estrellas_María Castellanos y Alberto Valverde

La Fundación Daniel y Nina Carasso, a través de su convocatoria Componer saberes para comprender los desafíos contemporáneos, ha concedido una ayuda a Matadero Madrid para su proyecto del Instituto Mutante de Narrativas Ambientales [IMNA]. La convocatoria promueve iniciativas basadas en la colaboración entre artistas, investigadores y ciudadanía para abordar los retos que articulan nuestro presente. Gracias a esta importante ayuda se inicia una alianza de co-diseño de dos años entre el Instituto Mutante de Matadero Madrid y la Fundación Carasso.

La convocatoria, dentro del programa de Arte Ciudadano de la Fundación Daniel y Nina Carasso, parte de la complejidad de los retos que afectan a las sociedades actuales –como el cambio climático, la destrucción de ecosistemas, la escasez de recursos que sustentan la vida en un planeta finito, la despoblación rural, la inestabilidad de los sistemas económicos o las crisis multifacéticas–, que requieren de una producción transdisciplinar de conocimiento y de una ciudadanía activa que participe en la recepción, generación y uso crítico de esos saberes.

“Desde la Fundación queríamos propiciar con esta convocatoria novedosa contextos de encuentro, colaboración e hibridación entre las ciencias y las humanidades, las artes y la sociedad para comprender las interconexiones entre las distintas problemáticas”, sostiene Carlos Almela, responsable del programa de Arte Ciudadano en España.

Instituto Mutante de Narrativas Ambientales: ¿Qué papel desempeña la creación artística en los desafíos contemporáneos?

Ante la urgencia de la crisis climática, el Instituto Mutante de Narrativas Ambientales nace en Matadero Madrid para impulsar proyectos que, desde el arte, se conectan con otros saberes como la ciencia y la investigación tecnológica, el periodismo, las humanidades y las ciencias sociales. El IMNA postula que los actuales retos planetarios son tanto retos culturales como científicos y tecnológicos, y que precisan de una composición de saberes articulados a partir de una inteligencia colectiva, capaz de desbordar disciplinas y de posibilitar transformaciones sociales estructurales.

Para ello, el IMNA trabaja, desde las humanidades ambientales, con el objetivo de fomentar una nueva comprensión de la posición de los seres humanos en el mundo, desde la que se reconozcan los derechos de otras especies y se formule un compromiso firme y renovado con las generaciones futuras.

El Instituto genera proyectos (audiovisuales, expositivos, transmedia, instalaciones, publicaciones, debates, de comunicación) que contribuyen a ampliar los imaginarios y a crear otras narrativas medioambientales más allá de los discursos tradicionales vinculados a la ecología. El IMNA ha iniciado diferentes líneas de trabajo en torno a la comunicación entre especies, la resiliencia cooperativa, las naturalezas urbanas, el acuatoceno (especialmente centrado en el río como eje de transformación de la ciudad) o la justicia ambiental.

En la actualidad, su principal proyecto en marcha es la creación de un Jardín Cyborg para Matadero: un proceso de renaturación de Matadero Madrid que no sólo permitirá aliviar las altas temperaturas a las que se ve sometido este centro (situado en medio de una «isla de calor» urbana), sino que, además, permitirá testar estrategias de adaptación al cambio climático en el espacio público de la ciudad. Desde febrero de 2019, un grupo de artistas está desarrollando, de la mano de un equipo de técnicos y expertos de distintas disciplinas, diferentes procesos de co-creación e innovación que culminarán en un Jardín Cyborg, conformado por una serie de prototipos replicables en otros espacios de nuestra ciudad que convertirán el espacio exterior de Matadero en un lugar más amable.

El IMNA opera desde una red de trabajo llamada Plataforma Ciudades. Esta es una plataforma experimental e interdisciplinar de organizaciones cuyo objetivo es generar un contexto hacia la colaboración de distintas organizaciones que permita la transformación sostenible y sistémica en las ciudades, particularmente Madrid. Esta plataforma está compuesta por el Centro de Innovación en Tecnología para el Desarrollo Humano de la Universidad Politécnica de Madrid (itdUPM); el Ayuntamiento de Madrid a través del Área de Medio Ambiente y Movilidad; y el Centro de Creación Contemporánea Matadero Madrid en colaboración con una amplia red de organizaciones locales y en coproducción con instituciones internacionales. La Plataforma Ciudades ha sido seleccionada para impulsar en Madrid el proyecto europeo Climate-KIC, Deep Demonstrations of Healthy, Clean Cities: una iniciativa del European Institute of Innovation and Technology que busca apoyar a ciudades demostradoras de cambio para garantizar un futuro resiliente de emisiones netas cero en 2025.

Otros proyectos seleccionados en la convocatoria 2019 de la Fundación Daniel y Nina Carasso

Además del Instituto Mutante de Narrativas Ambientales, la Fundación Daniel y Nina Carasso ha seleccionado a través de la convocatoria Componer saberes para comprender los desafíos contemporáneos otros cuatro proyectos: Borradores del futuro. Historias y fabulaciones sobre mundos posibles (Álava); Care/Full (Barcelona); Municipios sostenibles: día a día frente al cambio climático, iniciativa conjunta de Vejer y Conil de la Frontera (Cádiz); y Planeta Debug. Videojuegos, conocimiento, serendipia y co-creación en el puzzle del cambio climático, Universidad Jaume I (Castellón).

El Jurado de esta convocatoria ha estado compuesto por Tere Badía, secretaria general de Culture Action Europe; Chus Martínez, directora del Instituto de Arte de la Academia de Artes y Diseño FHNW de Basilea; Pau Alsina, doctor en Filosofía y director de la revista de arte, ciencia y tecnología Artnodes, impulsada por la Universitat Oberta de Catalunya; Jesús Carrillo, historiador de arte, profesor titular de Historia del Arte Contemporáneo en la Universidad Autónoma de Madrid; Josep Perelló, profesor agregado del departamento de Física de Materia Condensada de la Universitat de Barcelona y creador de OpenSystemsUB, y Mónica Bello, comisaria e historiadora del arte y directora de Arts at CERN.

Sobre la Fundación Daniel y Nina Carasso

Creada en 2010, en honor a Daniel Carasso, fundador de Danone, y su esposa Nina, la Fundación Daniel y Nina Carasso desarrolla su actividad en Francia y España. Su trabajo consiste en acoger, apoyar, acompañar y conectar a las personas que se atreven a mirar y a construir el mundo de forma diferente en sus dos líneas de trabajo: la Alimentación Sostenible y el Arte Ciudadano. La Fundación Daniel y Nina Carasso es una fundación Grant Maker (exclusivamente financiadora de iniciativas de interés general), de patrimonio familiar, afiliada a la Fondation de France. Es independiente de cualquier sociedad mercantil.