Cuando a Juan Ramón Jiménez le preguntaron por qué escribía con J las palabras en G, el poeta respondió lo siguiente: "primero, por amor a la sencillez; y luego, porque creo que se debe escribir como se habla y no hablar, en ningún caso, como se escribe". En esa sencillez y falta de pedantería a la hora de comunicarse con sus semejantes de la que hablaba el autor, hemos encontrado el principal acicate para que el festival renueve su nombre.

O mejor dicho, cambie la letra G por una de las últimas letras que se incorporó al alfabeto latino moderno, la J. A lo largo de sus tres ediciones, el festival ha venido mutando hacia un formato cada vez más personal acorde con las necesidades artísticas de nuestra ciudad. Al fin y al cabo, con esa particular y reconocible pronunciación es como suele llamarle el público madrileño.

Frinje Madrid apuesta por la creación contemporánea más reciente en sus múltiples variantes. Para ello, busca una programación ecléctica donde tengan cabida diferentes disciplinas artísticas relacionadas con la escena: teatro, danza, performance, circo, y otros híbridos resultantes de la alquimia entre éstas. Fieles al riesgo, la innovación y la experimentación no exenta de rigor, Frinje prestará especial atención a los talentos emergentes de nuestro panorama artístico local y nacional, y a las vanguardias escénicas internacionales. Los espectáculos seleccionados recibirán un mínimo garantizado de 1.200 euros, y aquellos que superen los cinco actores, 1.500 euros. Esto supone una notable mejora de las condiciones económicas respecto a las ediciones anteriores.

Próximamente, se lanzarán convocatorias en busca de la última hornada de autores y bandas musicales, además de continuar incentivando la creación en espacios no convencionales, la experiencia formativa con nuestro programa de talleres y encuentros; y los intercambios culturales con teatros y festivales. Por primera vez el Frinje tiene cuerpo de J./

Más información y bases de la convocatoria en: http://www.frinjemadrid.com/