La exposición "El calor derrite los estilos" abre al público el 22 de febrero y se podrá visitar hasta el 9 de junio de 2019

Gilda Mantilla y Raimond Chaves exponen su trabajo reciente en CentroCentro

Mantilla Chaves Camuflados
Mantilla Chaves Camuflados

CentroCentro presenta El calor derrite los estilos, una exposición que continúa el trabajo de Gilda Mantilla y Raimond Chaves en relación con las imágenes de la Amazonia peruana, en el que reflexionan sobre la manera en que los lugares son construidos y posteriormente interpretados. La exposición, comisariada por Virginia Torrente, está incluida en el programa #PerúEnArco de ARCOmadrid2019. Se inaugura hoy a las 19.30 h y se podrá ver en la planta 4 del centro hasta el 9 de junio.

Entre los años 2005 y 2008, Mantilla y Chaves realizaron diversos viajes por América Latina.  En uno de ellos conocieron la Biblioteca del Centro de Estudios Teológicos de la Amazonia (CETA) en la ciudad peruana de Iquitos. Años después, queriendo profundizar en las incongruencias que genera el choque entre selva y ciudad, llevaron a cabo una serie de visitas a la misma localidad con el fin de recopilar digitalmente documentos de la Biblioteca Amazónica, así como de la Biblioteca del Instituto de Investigaciones de la Amazonia Peruana (IIAP) y otras fuentes de materiales impresos y bibliográficos de su interés. Esa labor dio pie a un trabajo titulado Un afán incómodo, que desarrolla una obra extensa a mitad de camino entre el relato y la investigación, para jugar en el espacio dispar y distópico que se abre entre las fuentes iconográficas y sus contextos.

“La lógica del trabajo Mantilla y Chaves pasa por la teoría reclasificar/rehacer/destruir en un cruce de archivo, imagen y territorio”, explica la comisaria. “Continuando este trabajo, los artistas dan un paso más allá, poniendo especial énfasis en el desguace de las imágenes, despojándolas de todo sentido, reduciéndolas a su propia desnudez de signos, que alguna vez aludieron a un lugar concreto”. En palabras de Mantilla y Chaves: El calor derrite los estilos sería una alusión dirigida no tanto a señalar la capacidad del trópico por diluir influencias, incorporar, fagocitar y hacer propios referentes culturales, sino más bien a nuestra voluntad por ‘derretir’, literal y figuradamente, los materiales (imágenes y textos) resultantes de nuestra pesquisa que han servido de base para elaborar estos trabajos”.

La exposición reúne en la planta 4 de CentroCentro un conjunto con algunas piezas ya existentes y un extenso cuerpo de obras inéditas creadas específicamente para la propuesta y el espacio donde se presenta. El recorrido está acotado en cinco capítulos que articulan la muestra, titulados Tierra de nadie, Gabinete abstracto, Había una vez un Museo de Historia Natural, Trama interpuesta y Un determinado relato. Junto con la exposición y formando parte de ella, se ha editado un periódico de distribución gratuita que complementa su contenido.

Amazonia metáfora de un mun­do entero
El calor derrite los estilos no apunta tanto a una geografía concreta –la Amazonia–, ni alude a una floresta o a una ciudad determinada, sino que cuestiona las maneras en que esos lugares son construidos y posteriormente interpretados. En palabras de sus autores: “No pudiendo ni queriendo hablar por otros, renunciando a la etnografía y a la antropología, dejándonos llevar por la corriente de una metodología sin lógica, nos quedamos en un estrecho limbo donde practicar una especie de teoría anti-paisajística, para perdernos a propósito en la frondosidad del papel, las manchas y los signos. Unas pocas intuiciones, esperamos, tan lejos de la ingenuidad como del cinismo”.

“Es una muestra abierta”, explica Virginia Torrente, “tanto en su presentación fí­sica como en sus múltiples capas de interpre­tación, lista para demostrar que la represen­tación entró en crisis hace tiempo, por causa de la saturación de información y la infinidad de imágenes que la acompañan en este siglo XXI en el que las lecturas de lo explícito, lo comprobado, todo lo que damos por senta­do, contiene una gran cantidad de equívocos”.

El 9 de marzo, a las 12:00 h, artistas y comisaria realizarán una visita guiada a la exposición, incluida en el Programa público de actividades del centro.

Gilda Mantilla (Los Ángeles, 1967) y Raimond Chaves (Bogotá, 1963) viven en Lima y trabajan de manera conjunta desde el año 2001. Mantilla y Chaves entienden su trabajo como una confrontación dialéctica con los contextos en los que se inscriben. Así se han enfocado en los procesos de representación e identificación que, imágenes mediante, permiten construir un territorio determinado: Dibujando América (2005-2009), Un afán incómodo (2010-2012), y Segunda naturaleza (2015-2016). Han revisado críticamente el contexto social, político y cultural limeño, a partir de su peculiar circunstancia meteorológica: Observaciones sobre la ciudad de polvo (2009-2010) o cruzando la deconstrucción de su memoria musical con el paisaje urbano: Polvosonoros (2012). Han leído irónicamente los discursos, “voces” e imaginarios de la escena artística limeña: Antes y después del futuro (2013-2015), o se han interrogado sobre las relaciones entre la institucionalidad artística y los ciudadanos: Gabinete de la curiosidad (2006-2015). En 2015 Mantilla y Chaves representaron al Perú en la 56ª Bienal de Venecia, donde por primera vez el país tuvo pabellón propio, con la instalación Ruinas fuera de lugar.

Virginia Torrente (Bilbao, 1963), comisaria de la exposición, vive y trabaja en Madrid. Licenciada en Historia del Arte por la Universidad Complutense de Madrid. De 1993 a 1999 fue conservadora y jefa de exposiciones de la Colección Arte Contemporáneo, y entre el 2000 y el 2003, ocupó el mismo cargo en el Museo Patio Herreriano de Valladolid. De 2004 a 2006, responsable de Artes Plásticas de la Casa de América en Madrid, con un intenso programa de más de 20 exposiciones al año de artistas latinoamericanos, portugueses y españoles. A partir del 2007, trabaja como comisaria independiente. Entre sus proyectos curatoriales destacan: Paraísos indómitos. Marco, Vigo y CAAC, Sevilla (2008); Estación experimental (con Andrés Mengs). CA2M, Madrid y Laboral, Gijón (2010); 89 Km. Colección CGAC-ARCO. Marco, Vigo (2010); Arqueológica. Matadero Madrid (2013); 8 cuestiones espacialmente extraordinarias. Tabacalera, Madrid (2014); Patricia Gadea Atomic-Circus. MNCARS, Madrid (2014); El público. Centro Federico García Lorca, Granada (2015); Casa-estudio-calle-barrio. CentroCentro, Madrid (2016); Espantoso, esquisito. Appleton Square, Lisboa (2017). Desde 1999 a 2009 formó parte del proyecto comisarial independiente Doméstico. Creadora y directora artística de las dos primeras ediciones de Jugada a 3 bandas (2011 y 2012). Ha impartido conferencias y publicado múltiples textos relacionados siempre con el arte contemporáneo, tanto dentro como fuera de España.

El calor derrite los estilos ha sido Proyecto ganador de Estímulos Económicos para la Cultura 2018 del Ministerio de Cultura de Perú.

La exposición forma parte del programa #PerúenARCO.