La obra se podrá ver en este espacio del Área de Cultura, Turismo y Deporte del 1 al 11 de junio

'Las niñas zombi', fruto de una visión contemporánea de la Guerra Civil, ahora sobre la escena de Condeduque

'Las niñas zombi'@Alván Prado
'Las niñas zombi'@Alván Prado

El Centro de Cultura Contemporánea Condeduque, del Área de Cultura, Turismo y Deporte del Ayuntamiento de Madrid, ofrecerá entre los próximos 1 y 11 de junio, la primera pieza de Celso Giménez como creador en solitario titulada Las niñas zombi, que propone una profunda investigación del lenguaje escénico, en busca de los puntos que conectan íntimamente el presente, pero alejándose de las estéticas tradicionalmente asociadas a estas cuestiones. Una coproducción del Centro de Cultura Contemporánea Condeduque.

Las niñas zombi

Al margen de su trabajo como miembro de La Tristura y de otras colaboraciones como las que ha realizado con La Veronal, El conde de Torrefiel o Mucha Muchacha, esta pieza, sin embargo, no está lejos de los presupuestos temáticos y formales de obras como Renacimiento o CINE, de La Tristura, pues, como en ellas, la voluntad aquí es abordar episodios de nuestra historia política reciente proponiendo una profunda investigación del lenguaje escénico, en busca de los puntos que conectan íntimamente el presente, pero alejándose de las estéticas tradicionalmente asociadas a estas cuestiones.

“En escena vamos a ver a tres chicas contando una historia fantástica que, a ratos, parece real, ríen y bailan”, subraya Celso Giménez, quien añade: “Me lleva a construir esta pieza tratando de imaginar cómo somos las nietas, las niñas zombi que no llegamos siquiera a saber bien qué sucedió y, sin embargo, estamos transformadas a nivel educacional, cultural y sentimental, por estas historias que, al mismo tiempo, parecen películas lejanas de zombis y vampiros”.

Celso Giménez
Celso Giménez dirige la compañía residente en Condeduque La tristura, que lleva trabajando alrededor de las artes escénicas desde que sus directores y creadores tenían entre 19 y 21 años. Intentando generar “situaciones humanas” dentro y fuera del escenario.

Entre sus últimos trabajos, Renacimiento, 

CINE o Future Lovers, y la más reciente Future Lovers Unplugged continúan investigando los límites entre el documental y la ficción, entre la presentación y la representación, con la intuición de que la intimidad y la poesía son, esencialmente, conceptos políticos. Durante este tiempo La tristura colabora con espacios como el Festival de Otoño de Madrid, Cena Contemporânea de Brasilia, el Théâtre de la Ville de París, el Festival Grec de Barcelona, Kampnagel en Hamburgo, Auawirleben en Berna, o el Noorderzon Festival en Groningen, entre otros.

En estos años generan también contextos como el Festival Salvaje, Una fiesta salvaje en Matadero, o la reciente Escuela de Invierno en Conde Duque. Con el deseo de seguir conectando diferentes agentes y artistas, confiando en que de esos enlaces emergerán movimientos inspiradores e inesperados.