Después del éxito de Extrêmités, la compañía francesa Cirque Inextrémiste vuelve a este espacio municipal con un espectáculo loco y divertido a partes iguales

Llega al Teatro Circo Price el espectáculo "Extension"

 Llega al Teatro Circo Price el espectáculo "Extension"

Todo aquel que pudo ver su anterior espectáculo, Extremités, en el Price, quedó prendado de la osadía y el riesgo de esta compañía francesa. Tres acróbatas que demostraron cómo hacer circo con bombonas de butano y desde cuerpos muy diversos entre sí. Esta vez suman una excavadora sobre la pista. El desafío continúa.

El artista Rémi Lecoq ha perdido su silla de ruedas. Pero reaparece en escena al mando de una excavadora. Cual exoesqueleto, este vehículo se ha convertido en una extensión de su cuerpo, de inverosímil fuerza y alucinante precisión. Su paraplejia da paso al acróbata mecánico, el ser humano más poderoso.

Una compañía que nos hace disfrutar del circo a través de la lentitud pero con la certeza de que el espectador se verá embarcado en un viaje del que no querrá salir. Se utilizan materiales de construcción ajenos al imaginario del circo que sin embargo encuentran su lugar exacto dentro del espectáculo. Una mezcla de precisión y juego realmente divertida.

Un canto divertidísimo a las relaciones humanas [...] Con un ritmo enloquecido, explosivo, sin frenos, el último espectáculo de Cirque Inextremiste aborda la discapacidad y los vínculos entre cada uno de nosotros. Disfrútalo sin moderación". Marianne Bliman, lesEchos.fr

"En el mundo del circo contemporáneo, no son los primeros en utilizar maquinaria de la construcción. Remi Lecocq (veterano de la Academie Fratellini) no es el primer acróbata en silla de ruedas. Pero pocos se atreven, como él y las otras dos bestias pardas de Cirque Inextremiste, a enarbolar el tema de la discapacidad con tanta contundencia. Sobre un ensamblaje de planchas de madera y bombonas de butano (el signo de distinción de esta joven compañía de la región francesa de L'Indre), y en un ambiente de minuto final, dos tipos cachas dan caña a su camarada paralizado. Cuando éste reaparece a los mandos de una excavadora se venga: sus compañeros ahora en equilibrio precario, a merced del artefacto y sus bruscas embestidas.
Sostenido en un tiempo sosegado, el discurso sobre la precariedad, obligatorio en tiempo de crisis, encuentra naturalmente su lugar en este frágil castillo de naipes. Tenaces, pero pacientes, los tres conductores mecánicos no tienen pudor en demostrar lo justo de su posicionamiento". Mathieu Braunstein, Telerama,