El domingo de las fiestas de San Isidro ha contado con una oferta muy diversa que ha llenado los escenarios festivos de música, humor y actividades de grupos tradicionales madrileños. La música Elena Setién ha cantado a la belleza y la naturaleza en el escenario más adecuado para ello: la Rosaleda del parque del Oeste. La plaza de Oriente ha congregado a cientos de participantes en torno a un espectáculo de calle participativo en el que la música, la opera gestual, la danza y el humor han creado un cóctel muy adecuado para el disfrute de grandes y pequeños.

Un día como este no podía faltar a su cita con la tradición, que en esta ocasión ha estado representada por el pasacalle castizo y reparto de claveles a cargo de la Federación de Grupos Tradicionales Madrileños.

Elena Setién, la belleza del día y la naturaleza
Elena Setién, figura habitual de la escena alternativa danesa, ha llenado con sus armonías cosmopolitas la Rosaleda del Parque del Oeste. Es difícil imaginar un escenario más adecuado para escuchar la música de esta multinstrumentista euskaldún, cuyo último trabajo ‘Another kind’, describe la belleza del día y la naturaleza e invita a las fuerzas del cambio, no como obligación, sino como unas fuente de la que extraer esperanza. Su lema bien podría ser ‘la revolución será bella o no será’. Los asistentes a este delicioso concierto seguro que han tomado buena cuenta de ello.

Opera gestual, clown, danza y humor
La mañana se ha animado en la plaza de Oriente con un singular espectáculo para todos los públicos: ‘Aphonia: Ópera gestuale en clave de ha!, de la Companyia L’Animé. Sus personajes, Maestro y Antonella, ante el dilema de querer montar una ópera sin orquesta ni coro, encuentran la solución haciendo un recorrido por el mundo del barroco italiano a través de técnicas de mimo, clown, danza y teatro gestual, que se han mezclado entre ellas a base de música  y humor. Un espectáculo de calle participativo que ha hecho las delicias de grandes y pequeños.

Pasacalle castizo y reparto de claveles
La Federación de Grupos Tradicionales Madrileños (FGTM) ha paseado sus mejores galas y atuendos por las calles de corazón de la ciudad. En su recorrido, que ha comenzado en la Puerta del Sol para continuar por la plaza de Isabel II, Vergara, Ramales, Palacio Real, explanada de la Catedral de la Almudena, Bailén, Viaducto y Morería, para concluir en la plaza de Gabriel Miró, han mostrado la chulería y las costumbres más arraigadas de esta Federación que mantiene vivo el casticismo madrileño.

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